lunes, 1 de diciembre de 2008

Podemos ver que en estos últimos tiempos, el arte ha ido incluyendo dentro de obras, objetos con una carga no muy significativa en el aspecto material, y en este trabajo las cualidades de las tazas nos hacen comprender que se trata de un objeto casi milenario, y con una fragilidad absoluta, cambiando en este plano su consistencia materialista por una más delicada pero a la vez más segura. Ubicando sobre ellas imágenes que manifiestan la personalidad de cada individuo frente a la adquisición de un objeto tan personal como es una taza. Aplicando técnicas como el traspaso, pintura, dibujo y collage.

El orden lineal de estas tazas ayuda a entender que aunque sean tazas echas a mano con un molde real, no dejan de ser tazas, al continuar con la característica del hueco que sostiene algo, y sobre todo por el hecho de estar situadas en un soporte con un diseño que hace alusión a una repisa, ayuda a reforzar la temática de guardar una taza en un lugar privilegiado y seguro.

La disposición secuencial y sucesiva de los objetos sobre una superficie plana, denota una disciplina generada por lo horizontal, y la forma rectangular de cada cuadro hace posible una lectura ordenada.

Este trabajo volumétrico presenta una similitud a la técnica del grabado y también a la escultura; lo cual se reafirma en la base de cada cuadro al estar dividido exactamente por la mitad, colocando en la parte superior una textura de pasta muro (escultura) y en la parte inferior el trabajo con gubias (xilografía). Estas técnicas se caracterizan por tomar un objeto que sirva de matriz y luego sacar de él copias que son reproducciones, en este caso tomar una taza y colocar sobre ella papel confort, siendo los dos objetos cotidianos y personales.

El marco cumple la función de remarcar y encerrar estas tazas, y hacernos recalcar la fabricación y entrega de estos objetos, que son hechos en serie, y luego vendidas en una caja.

La intención del autor no es hacer rígido ni tosco el significado de un objeto, sino que el espectador pueda darle un significado a cada una de estas tazas, sentirse identificado y aproximarse a ellas en un ambiente popular, sin mayor plan de hacerlo sentir exento de lo que es propio, darle la opción de ver reflejada su personalidad a través de un objeto cercano y cotidiano